Religiosas en Nicaragua entre las más afectadas tras reciente represión del Gobierno

 Miembros de las Misioneras de la Caridad, a la espera en una oficina de inmigración en Peñas Blancas, Costa Rica, el 6 de julio de 2022, después de que el Gobierno de Nicaragua cerrara su organización junto con otras organizaciones benéficas y civiles. El Gobierno despojó el 19 de agosto de 2024 su estatus legal a 22 comunidades religiosas femeninas. (Foto: OSV News/Sunil Kumar, distribuida por Reuters)

Miembros de las Misioneras de la Caridad, a la espera en una oficina de inmigración en Peñas Blancas, Costa Rica, el 6 de julio de 2022, después de que el Gobierno de Nicaragua cerrara su organización junto con otras organizaciones benéficas y civiles. El Gobierno despojó el 19 de agosto de 2024 su estatus legal a 22 comunidades religiosas femeninas. (Foto: OSV News/Sunil Kumar, distribuida por Reuters)

por Rhina Guidos

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A pesar de que la vida religiosa femenina ha sido la más afectada por acciones del Gobierno nicaragüense que despojó a 26 congregaciones católicas de su personería jurídica, una hermana dentro del país dijo que la represión no podrá vencer la determinación que las hermanas tienen para ayudar y dar esperanza al pueblo. 

La hermana también instó a católicos fuera de Nicaragua a que hablen de la difícil situación que el país enfrenta.

"Nosotros aquí, por la situación, no podemos decir nada, no podemos publicar nada, no podemos absolutamente compartir ninguna información, como haría cualquier persona normal en cualquier país normal", dijo la hermana a Global Sisters Report en español en una entrevista el 27 de agosto de 2024. "Entonces, yo creo que eso es lo pueden hacer ustedes", indicó.

GSR en español  ha omitido el nombre de la hermana y su congregación por razones de seguridad.

Las acciones del Gobierno, que también incluyen apropiación de bienes y cuentas bancarias de las congregaciones, pueden afectar negativamente la salud de los nicaragüenses, su acceso a la alimentación y otros servicios para ancianos y pobres que muchas religiosas administraban a través de sus ministerios, dijo la hermana. Eso no incluye la contribución de religiosas en la administración de colegios católicos del país que ahora han pasado a manos del Gobierno, explicó. 

Pero las religiosas seguirán con el pueblo nicaragüense pase lo que pase, y no permitirán que nadie les quite la fe y la esperanza, afirmó.

"Lo más importante en este momento es establecer entre nosotras redes de solidaridad y estar cercanas y ayudar en lo que puedan necesitar las demás congregaciones", dijo y agregó: "Y otro sentimiento es el querer mantenernos firmes en la esperanza y vivir, como decimos todas, vivir el día a día, pase lo que pase, hasta el momento que ya no se pueda".

Un nicaragüense exiliado en Costa Rica sostiene un cartel que dice: ¡Fuera Ortega y Murillo! #SOSNicaragua, durante la Vigilia de Fe y Libertad frente a la Catedral Metropolitana de San José, Costa Rica, el 19 de agosto de 2022, para protestar contra la detención del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, de Matagalpa, por parte de autoridades nicaragüenses.

Un nicaragüense exiliado en Costa Rica sostiene un cartel que dice: ¡Fuera Ortega y Murillo! #SOSNicaragua, durante la Vigilia de Fe y Libertad frente a la Catedral Metropolitana de San José, Costa Rica, el 19 de agosto de 2022, para protestar contra la detención del obispo nicaragüense Rolando Álvarez, de Matagalpa, por parte de autoridades nicaragüenses. (Foto: OSV News/Mayela López, Reuters)

Las congregaciones son parte de 1500 organizaciones sin ánimo de lucro a las que se les retiró la personería jurídica el 19 de agosto de 2024. Entre ellas: Hermanas de la Compañía de María, Carmelitas Descalzas, Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús, Hermanas Trapenses, Agustinas, Hermanas de la Caridad del Buen Pastor, así como una congregación de Franciscanas.  

Cuando el Gobierno de Nicaragua quita el estatus legal a organizaciones, suele congelar sus cuentas bancarias y confiscar sus propiedades, dice el Departamento de Estado de EE. UU. en un informe de 2024, que también señala que otras 3600 organizaciones sin fines de lucro en Nicaragua han pasado por lo mismo desde 2018. Funcionarios nicaragüenses dijeron el 19 de agosto en la publicación gubernamental La Gaceta que las organizaciones sin fines de lucro nombradas "han incumplido sus obligaciones conforme" lo establecido por varias leyes. Entre las organizaciones se encuentran grupos de varios credos, bautistas, pentecostales y evangélicos, pero también organizaciones que promueven las artes y los deportes, así como la cultura y la identidad indígena.

Algunas de las congregaciones católicas en la lista ya se habían ido del país por las dificultades que encontraron en Nicaragua, dijo la hermana. Y a pesar de la consternación en la que muchos grupos se encuentran, las hermanas están centradas en ayudar a los que han vivido una Nicaragua que ha encarcelado a sacerdotes, expulsado a obispos al igual que a antas religiosas, y fomentado la erosión de la vida consagrada, dijo.

Igual han sufrido congregaciones masculinas, como la Compañía de Jesús, a la cual se le confiscó la Universidad de Centroamérica en Managua en agosto de 2023, pero la cantidad de congregaciones de religiosas que han tenido que salir del país es mucho mayor, a pesar de que no han recibido la misma atención mediática.

En junio de 2022, más de una docena de Misioneras de la Caridad, la orden fundada por Santa Teresa de Calcuta, fueron expulsadas, sus ministerios con los pobres disueltos y sus propiedades confiscadas. Unos meses más tarde, un grupo de hermanas trapenses anunció su ida y poco después fue expulsado un grupo de misioneras brasileñas. De las 26 congregaciones recientemente afectadas, cuatro de ellas son de religiosos, mientras que el resto son de religiosas.

Ese tipo de represión ha sido el ritmo de vida que han enfrentado las congregaciones dentro de Nicaragua en los últimos años, y la hermana que habló con GSR en español dijo que es difícil decir cuántas hermanas se han ido voluntariamente o se han visto obligadas a hacerlo, ya que muchas lo han hecho en silencio. Por el momento, es difícil saber lo que significará el retiro de la personería jurídica a nivel nacional, dijo, pero las autoridades ya se han apropiado de cuentas bancarias y de las propiedades de las congregaciones. Aunque todavía no parece haber expulsiones, queda por ver si se concederá permiso legal para permanecer en el país a quienes no tienen la ciudadanía nicaragüense y son miembros de esas congregaciones, añadió.

Un manifestante sostiene un crucifijo durante una protesta contra el gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega en Managua el 15 de mayo de 2018. (Foto: OSV News/Oswaldo Rivas, Reuters)

Un manifestante sostiene un crucifijo durante una protesta contra el gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega en Managua el 15 de mayo de 2018. (Foto: OSV News/Oswaldo Rivas, Reuters)

Despojar de personería jurídica a las escuelas católicas y congregaciones religiosas es "bastante significativo por ser organizaciones de la Iglesia católica que tienen una cierta significatividad en el país", dijo.

"Los colegios, en este momento, están en una gran incertidumbre", añadió. 

A pesar de que las cuentas bancarias de algunas escuelas católicas han sido intervenidas por el Gobierno, el Ministerio de Educación ha dicho al personal que siga trabajando "como si no hubiera pasado nada", pero como las congregaciones ya no están a cargo y no existen legalmente ante los ojos del Gobierno nicaragüense, es difícil saber quién es responsable de mantener las organizaciones funcionando, si se les pagará a los trabajadores, etc., dijo la hermana.

"Entonces, eso es muy serio. Y lo que nos preocupa un poco a nosotros es lo que no se sabe", advirtió. 

Aunque no se conoce ningún registro que documente el número o cuales congregaciones se han ido, voluntariamente o no, una hermana nicaragüense que habló con GSR en español en abril en Honduras (bajo condición de anonimato), dijo que cada día quedan menos hermanas en Nicaragua a pesar de que muchas congregaciones quieren permanecer. "[Pero los funcionarios] te ahogan económicamente" o encuentran alguna forma de expulsar a las hermanas, sobre todo a las que no son ciudadanas del país, dijo. 

En esta foto de archivo, una mujer reza durante una misa en la iglesia católica de la Divina Misericordia en Managua, Nicaragua. Una reciente ofensiva gubernamental despojó a 22 comunidades religiosas femeninas de su estatus legal en el país. (Foto: OSV News/Reuters/Oswaldo Rivas)

En esta foto de archivo, una mujer reza durante una misa en la iglesia católica de la Divina Misericordia en Managua, Nicaragua. Una reciente ofensiva gubernamental despojó a 22 comunidades religiosas femeninas de su estatus legal en el país. (Foto: OSV News/Reuters/Oswaldo Rivas)

Las que se van no quieren hablar abiertamente sobre lo que ha pasado, temiendo que los que se han quedado sean castigados de alguna forma, dijo.

"Creo que la vida religiosa femenina es la que más riesgo tiene en Nicaragua", dijo. "Son las que más acompañan a las comunidades, acompañan a otras mujeres, y están al frente de los colegios", puntualizó.

A medida que pasan los días, muchas de las religiosas que quedan en el país son las que nacieron en Nicaragua, ya que al Gobierno le resulta más difícil expulsarlas, dijo, pero también corren el riesgo, incluso dentro de los círculos católicos, de ser delatadas si alguien descubre sus críticas contra el Gobierno de Daniel Noriega.

Ella también dijo que se aferra a la oración y a la esperanza de que la vida en Nicaragua cambie, aunque no sabe "en qué momento".

Pero parece que no será pronto, dijo.

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